Me siento repugnantemente enferma. Quiero volar y estar hueca, sentirme invencible. Quiero ser perfecta. Ahora mismo, no aguanto mi cuerpo. Pesa demasiado. Me esta derrumbando. Y lo venceré.
Mi felicidad viste de rosa.
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miércoles, 12 de octubre de 2011
Es cuando empiezas a crecer, que te das cuenta de que las cosas no son como pensabas.
Una sola acción ya interfiere en lo que podría ser nuestro futuro, el mio ya esta planeado, de pe a pa.
Y es que no es hasta cuando lo tienes todo planeado, perfecto y maravillosamente soñado cuando te das cuenta de que no es como pensabas, cuando descubres que te queda demasiado y que, probablemente, no llegaras a nada impresionante. Eso es lo malo de nuestro mundo, tantas cosas, tantos sueños y anhelos... No hay tantos para todas las personas que los comparten y, desgraciadamente, nunca eres lo suficiente bueno para que te recuerden. Siempre habrá alguien mejor que tu, y que esa persona, suelen decir que no hay que superar a nadie, solo a uno mismo, pero por eso no dan medallas ni recompensan, por eso no recordaran tu nombre como " la chica que se supero a si misma" y por eso es por lo que odias el mundo, porque nunca nadie podrá saber que era tu nombre y tu persona la que anhelaba ese sueño más que nadie.
Una sola acción ya interfiere en lo que podría ser nuestro futuro, el mio ya esta planeado, de pe a pa.
Y es que no es hasta cuando lo tienes todo planeado, perfecto y maravillosamente soñado cuando te das cuenta de que no es como pensabas, cuando descubres que te queda demasiado y que, probablemente, no llegaras a nada impresionante. Eso es lo malo de nuestro mundo, tantas cosas, tantos sueños y anhelos... No hay tantos para todas las personas que los comparten y, desgraciadamente, nunca eres lo suficiente bueno para que te recuerden. Siempre habrá alguien mejor que tu, y que esa persona, suelen decir que no hay que superar a nadie, solo a uno mismo, pero por eso no dan medallas ni recompensan, por eso no recordaran tu nombre como " la chica que se supero a si misma" y por eso es por lo que odias el mundo, porque nunca nadie podrá saber que era tu nombre y tu persona la que anhelaba ese sueño más que nadie.
jueves, 4 de agosto de 2011
Me siento alocadamente alterada. Estoy tumbada en un colchón que he tirado al suelo, boca arriba. A mi lado tengo a un chico, en otro colchón que también tiramos al suelo, el esta de lado. Lleva simplemente la camiseta con la que vino a verme a casa y los calzoncillos bóxer típicos de los tíos.
Él se ha quedado dormido y tiene la cara justo mirando hacía mi. Me siento incomoda y tensa. Se retuerce un poco, se rasca la nariz con fuerza, pasa su pierna por encima de la mía y rodea mi cuerpo con su brazo. Yo cierro los ojos e intento pensar en algo porque, sinceramente, así no puedo dormir tranquila.
Con la mente en blanco mi cerebro comienza a dar rienda suelta a la imaginación, a posibles situaciones a... NO. Claro, era evidente que ocurriría. La tienda de campaña en casa, a todo tío le pasa cuando duerme, esperemos que no sea cosa de sus sueños.
Vuelvo a cerrar los ojos y comienzo a pensar, a dejarme llevar... NO. Dios, no dejo de pensar cosas extrañas con él chico que tengo durmiendo justo a mi lado, ¿que me pasa?
Sí, nos besamos lentamente, me mira y aparta un mechón de pelo de mi cara. Yo cierro los ojos lentamente y dejo mis labios entreabiertos esperando sus carnosos labios que no tardan en juguetear con los míos. Los besos pasan a ser cada vez más apasionados, con amor pero con locura. Noto sus manos que bajan de mi nuca a mis pechos y comienzan a quitarme la blusa rosa caqui que llevaba puesta. Su mano, suave y cálida se desliza por mi vientre hasta llegar poco más abajo del ombligo. Abro los ojos y miro sus labios, deseosa, con ganas de más. Me besa y luego alzo la mirada, solo un poco. No reconozco ya esos ojos, ni ese corte de pelo. Espera. ¿O sí?
Me despierto, alterada y sudorosa, con la mano de mi amigo alrededor de la cintura, notando en mi pierna izquierda su bultito y veo que tiene los ojos cerrados y duerme tranquilo. Resoplo entre anonadada y perpleja. Siempre me había parecido atractivo, es cierto. Pero tanto como para tener un sueño así con su padre, pues no sé, nunca se espera.
Él se ha quedado dormido y tiene la cara justo mirando hacía mi. Me siento incomoda y tensa. Se retuerce un poco, se rasca la nariz con fuerza, pasa su pierna por encima de la mía y rodea mi cuerpo con su brazo. Yo cierro los ojos e intento pensar en algo porque, sinceramente, así no puedo dormir tranquila.
Con la mente en blanco mi cerebro comienza a dar rienda suelta a la imaginación, a posibles situaciones a... NO. Claro, era evidente que ocurriría. La tienda de campaña en casa, a todo tío le pasa cuando duerme, esperemos que no sea cosa de sus sueños.
Vuelvo a cerrar los ojos y comienzo a pensar, a dejarme llevar... NO. Dios, no dejo de pensar cosas extrañas con él chico que tengo durmiendo justo a mi lado, ¿que me pasa?
Sí, nos besamos lentamente, me mira y aparta un mechón de pelo de mi cara. Yo cierro los ojos lentamente y dejo mis labios entreabiertos esperando sus carnosos labios que no tardan en juguetear con los míos. Los besos pasan a ser cada vez más apasionados, con amor pero con locura. Noto sus manos que bajan de mi nuca a mis pechos y comienzan a quitarme la blusa rosa caqui que llevaba puesta. Su mano, suave y cálida se desliza por mi vientre hasta llegar poco más abajo del ombligo. Abro los ojos y miro sus labios, deseosa, con ganas de más. Me besa y luego alzo la mirada, solo un poco. No reconozco ya esos ojos, ni ese corte de pelo. Espera. ¿O sí?

miércoles, 3 de agosto de 2011

-¡Pues para ti! No sé que les veis.
-Bueno, podría ser la única persona a la que le podría contar todo y que me entendiera y siempre me escucharía, pasase lo que pasase.
-Mimi, cariño, que no es un extraterrestre solo es un gay. Sigue siendo tío y como tal no puede hacer nada de eso. Lo máximo que puede pasar es que te toque una teta sin empalmarse, darte picos delante de la gente para creerse mejor e incluso te obliga a ponerte tacones y todo tipo de ropa que no te pondrías hasta los 23 años con la escusa de que el sabe lo que le gusta a los tíos y nosotras no. ¿Aún sigues queriendo tener un amigo gay?
-Pues si, por lo menos me diría buenas formas de vestirme.
Miré a Mimi con la cara un poco entre medio del asco y lo espeluznante. ¿Como una chica podía ser tan... imbécil? Idiota... Pondría una mano al fuego de que si llegara a tener un amigo gay, se enamoraría de él.
domingo, 31 de julio de 2011
Quiero perder totalmente el control, en tus brazos. Quiero gritar de todo al mundo entero, hasta mis peores sentimientos. Quiero poder decirte te quiero, sin temer un adiós de nuevo. Quiero, quiero soñar todos los días cada momento, cada sinfonía. Quiero tirar el mundo por la ventana, quiero olvidar el dinero. Quiero.
Pero no puedo.

¿Amigos para que?
Sí, existen esa clase de amigos que nunca te fallan. Esa clase de personas que siempre te secan las lágrimas, esos que te hacen reír hasta mearte encima y esos que les digas lo que les digas siempre te perdonan. Pero esos... esos sólo existen en los cuentos, las películas y los sueños. ¿Donde están todos aquellos que te prometieron amistad para siempre? ¿Donde están los que te dicen que te echan de menos?
Y sí, existen esa clase de amigos que te fallan, día a día, por la primera tontería que se nos ocurra. Están esa clase de personas que solo saben falsear ante el mundo y ante la gente. Perdonarme toda esa clase de amigos que verdaderamente valen la pena, enserio, lo siento. Pero tengo que atreverme a decir que de esos, pocos quedan.
Y sí, existen esa clase de amigos que te fallan, día a día, por la primera tontería que se nos ocurra. Están esa clase de personas que solo saben falsear ante el mundo y ante la gente. Perdonarme toda esa clase de amigos que verdaderamente valen la pena, enserio, lo siento. Pero tengo que atreverme a decir que de esos, pocos quedan.
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